viernes, 11 de junio de 2010
Fragmento:
Yo soy un rebelde de mí mismo; en mi hay dos hombres. Hay el hombre-voluntad, casi muerto, casi deshecho por una larga educación en un colegio clerical, seis, ocho, diez años de encierro, de comprensión de la espontaneidad, de contrariación de todo lo natural y fecundo. Hay, aparte de éste, el hombre-reflexión, nacido, alent...ado en copiosas lecturas, en largas soledades, en minuciosos autoanálisis. El que domina en mí, por desgracia, es el hombre-reflexión; yo casi soy un autómata, un muñeco sin iniciativas; el medio me aplasta, las circunstancias me dirigen al azar a un lado y a otro.
Así se expresa Azorín, el personaje de “La voluntad”, cuyo nombre tomaría después el autor como seudónimo, recogiendo en un párrafo la lucha de un hombre que se sabe vencido por las circunstancias.
AZORIN
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