domingo, 16 de octubre de 2011





Una promesa hecha y no cumplida sería un engaño, entonces, tal vez, la culpa de nuestra decepción es ante todo nuestra, puesto que somos nosotros los que decidimos que esperar, somos nosotros los que no hemos sabido calcular bien, esperando mucho más de lo que deberíamos en realidad.

Pero si hay un decepcionado es porque existe, sin duda, la figura decepcionante, algo o alguien que en un principio, como si de un boceto se tratase, nos propone algo bueno, nos ilusiona, nos hace creer algo que al final no es.

Si algo tengo claro después de meditarlo es que nadie está libre de ser decepcionado, pero lo más interesante es que nadie esta libre de ser decepcionante, puesto que no podemos controlar el grado de expectativa que los demás pondrá en nosotros.

Terán







EL HECHO QUE LA FIGURA TENGA VARIAS MÁSCARAS ES DEBIDO A QUE, SI ES CIERTO QUE LA PERSONA DECEPCIONANTE SUELE TENER SU PROPIA MÁSCARA, TAMBIÉN NOSOTROS, TORPEMENTE, SOLEMOS COLOCARLES  LAS NUESTRAS, HECHAS A NUESTRO GUSTO O NECESIDAD....

1 comentario:

Coordinador TIC dijo...

La decepción también habita en nuestro ser y a veces nos ayuda a avanzar, a llegar más lejos, ya que no queremos decepcionar a los que nos rodean, aquellos que creen que podemos llegar más lejos de lo que nosotros mismo creemos que podemos llegar y que sin este estímulo no podríamos llegar. Así la decepción se convierte en algo positivo....